BOCETOS DE PERRO Y CUATRO POEMAS MÁS

julio 01, 2024
-

 

Bocetos de perro

En la construcción el perro que duerme y sueña

latente negro geométrico

rasca el vacío con la pata, corre por los desiertos de la sal

se ha incorporado tras un código secreto en el olor abstracto

los hombres creen que vigila el muro

pero guarda una negativa

un amo neandertal corrige las especies en su sueño

en su sistema la mirada no es abrir los ojos

se dejaría arrastrar al lindero del nombre y la necesidad

a través de un paisaje menos monótono

martillean ya los hombres sobre las barracas

hay calor monocorde en los pechos

despertará en el festival incierto

de la carne y el frío

 

 

 

Trópico del sujeto

Un aposento del trópico

Un corredor entre el jardín y la mirada del deudor

Que acaricia la tela de la siempreviva

Un día largo de lluvia templada, muy al sur

Un avión trastabillando/ Lima, Callao

Una migraña

Un estómago con murciélagos

Un largo y acompasado temblor de tierra

Tierra caliente en el centro del enumerado invierno

Hambre y vómito será tu día

Un almuerzo temporal

El nervio del cardias emite

Su frecuencia

You turn me on I’m a radio

La nada y el rostro del sabueso

El rostro del sabueso y la ventana

 

 

 

Lindes

 Yo nací un día en que Dios lanzó a la venta Highway 61 Revisited

Todos saben que sueño y vivo en el filo y el ablandamiento

De la edad. Pues yo nací un día

En el que el primer mundo perdía progresivamente a sus T. S. Eliots.

Hay un vacío en ese año metafísico

De mi nacimiento. Se juntan el mes el día el giro coloquial

El esplendor la samba mi padre en Insurgentes mi madre a caballo

El poder algodonero (la tolvanera del nacimiento), el somocismo

El programa pedagógico de la Escuela Normal

Todos saben que mastico este sueño que chirría

Entre diciembre y enero engendrado

Para nacer entre la Duda pop y la Sombra revolucionaria

Porque yo nací un día

En que Dios lanzó a la venta Highway 61 Revisited

 

 

Embarcadero 1

Si algo hacen las excavaciones profundas es disecar las aguas subterráneas

Baudelaire a dieciocho varas de profundidad ya no diría tierras anegadas

No zarparía aquel otro viejo poeta de quien tenía nostalgia de viejo

Napas profundas no son buen embarcadero

Cierras los ojos y el agua transcurre, apegada, fría

Aprieta el lodo con tu mano izquierda

Esas aguas tienen corteza y de nuevo la dalia con su raíz abultada que vi en 1974

Es el agua de la fotografía que al estar cargada de sedimentos deja todas las manchas

Posibles en aires que no secarán nunca ni revelarán nada

Los murmullos del balcón, del pasadizo, de un viejo y amarillo ascensor

Corren hechos sonido en las aguas subterráneas

Pero toda excavación las seca, las oculta, las ciega

Y eso es el eco de las excavaciones profundas

 

 

Frente a la tumba de Stravinsky

Ambulante la hoja que ingresa al escenario, y el moho de la hoja y la hormiga.

La danza de la mano, el subterráneo como el Hades y el infierno.

Estamos frente a la tumba de Stravinsky.

Cosa de los 17 años, tal vez, vi que los viejos músicos—Händel, Vivaldi, Scarlatti—miraban y cuchicheaban frente a esta tumba.

Era la novela de Carpentier y era la otra era. Novela que comprabas en carreras azuladas, en el pueblito y leías con velas ajenas.

Lo que decían imantaba; quijoteaba el niño desde el pesebre; albúmina perdida de un Nonato José Cemí.

«San Ramón Nonato» decía mi madre. En ese día.

Puedes leer más de Leonel Delgado pinchando aquí

ARTÍCULOS RELACIONADOS