“Mi única esperanza es que las voces de los pueblos adivasi / tribales / indígenas / nativos de todos los rincones del mundo lleguen al centro del mundo” una entrevista con Jacinta Kerketta.

Jacinta Kerketta (1983) nació en la comunidad adivasi de Oraon, en el distrito de West Singhbhum, Jharkhand, India. Es poeta, escritora, periodista galardonada y activista. Sus escritos y su obra en hindi abordan principalmente la industrialización de su región y su impacto en los medios de vida de la comunidad adivasi en la India, además de temáticas de las mujeres y de la naturaleza a nivel mundial. Criada en Jharkhand y Bihar, se graduó en comunicación de masas en St. Xavier’s College, Ranchi, y luego obtuvo una maestría en la Universidad de Ranchi. Kerketta se convirtió en periodista tras presenciar violencia no denunciada. Ha recibido múltiples premios, entre ellos el Premio Voz Indígena de Asia y el Premio de Reconocimiento a Mujeres Ejemplares de la Confederación de Industria India.
Su poemario Angor ha sido traducido al inglés y alemán, y el pasado mes de mayo salió en español en una traducción de Sameer Rawal, publicada por Editorial Noctámbula en Chile. Jacinta visitó Chile el 16 de mayo y participó en una serie de presentaciones de su libro en Santiago y Valparaíso, en la Pontificia Universidad Católica de Chile, la Librería Altamira y la Librería Fondo de Cultura Económica.
Antes de su visita, le hice algunas preguntas por correo electrónico, en inglés; aquí están las respuestas traducidas.
Angor (ed. Noctambula, 2025)

JS: ¿Por qué empezaste a escribir poesía? ¿Podrías contarnos un poco sobre tus inicios como escritora?
JA: Siempre quise escribir cuentos. De joven, comencé a escribir informes después de que mi tío fuera linchado por una turba de castas superiores y personas poderosas de la zona por cuestiones de tierras. Nunca pensé que escribiría poemas. Pero las fuertes emociones que surgieron comenzaron a plasmarse únicamente en poemas. Los poemas comenzaron a expresar los sentimientos del pueblo adivasi. Escribir fue un propósito en mi vida desde la infancia. Todo lo que había visto en la sociedad adivasi: su lucha, su sufrimiento, su movimiento, las ironías dentro de la sociedad. El deseo de compartirlo dio origen a los poemas.
JS: ¿Quiénes son tus influencias como poeta?
JA: No he leído muchos poemas en hindi. Leí a algunas personas que me influyeron. Los poetas Chandrakant Deotale, Kedarnath Singh, Vinod Kumar Shukla. Entonces pensé que su vida no era la de un adivasi. Debería observar más de cerca la sociedad adivasi. Escribí poemas mientras observaba las aldeas, los bosques, las montañas y a mi propia gente. El pueblo adivasi y su visión del mundo son mi principal inspiración.
JS: Angor es un libro de 41 poemas que presenta la realidad de la comunidad oraon, un grupo adivasi (pueblo originario) del distrito de West Singhbhum, Jharkhand, India, a través de las luchas por el acceso al agua, los bosques y la tierra. ¿Podría describir este libro para los lectores latinoamericanos con tus propias palabras?
JA: Cuando uso la palabra adivasi, no me refiero solo a mi propia comunidad oraon, sino a muchas pequeñas comunidades adivasi, los tribales [el nombre de los pueblos originarios en la India], del país en conjunto. Más de 100 millones de adivasi viven en la India y viven al margen del sistema de castas. La lucha que enfrentan las tribus en este país para preservar su existencia, incluyendo el agua, los bosques y la tierra, es muy similar a la lucha de los pueblos indígenas de Latinoamérica. También luchan por proteger el agua, los bosques y la tierra contra la supremacía blanca. En India también existe la supremacía morena, que mantiene la superioridad de casta y se niega a aceptar a algunas personas como seres humanos, conocida como brahmanismo. Esta, en el nexo de la supremacía blanca y el capitalismo, margina aún más a los pueblos adivasi de la India. Por lo tanto, los pueblos de Latinoamérica sin duda podrán percibir la similitud de su lucha a través de mis poemas.
JS: En su reseña de la colección hindi/inglés en el Journal of Postcolonial Writing, Tarik Anowar escribe: «El poeta lamenta las crisis existenciales que enfrentan las comunidades, como el desplazamiento de tierras, la erosión cultural, la infrarrepresentación política, la violencia y la explotación, y la discriminación legal y social». ¿Podría hablarnos de su trabajo político con las comunidades indígenas?
JA: Muchas comunidades adivasi en India participan en movimientos a lo largo de sus vidas. Es muy fácil para el gobierno llamarlos naxalitas o maoístas, encarcelarlos o enfrentarlos. Se difunde en el país la idea de que los adivasi son un obstáculo para el desarrollo del país. Son naxalitas. Los adivasis no han escrito mucho para refutar esta narrativa. Por eso creo que para nosotros escribir también es una actividad política y es muy importante para que podamos presentar nuestra postura correcta ante la gente del país. Escribo y viajo por todo el país para comunicarme con la gente. Mantengo el contacto con la gente del pueblo. Dar voz a sus voces es el propósito de mi escritura y este es mi pequeño papel hacia la gente a través de los poemas.
JS: Tu obra ha sido traducida a varios idiomas y te estás dando a conocer tanto en la India como en el extranjero. ¿Qué influencia esperas tener como poeta?
JA: Mi única esperanza es que las voces de los pueblos adivasi/tribales/indígenas/nativos de todos los rincones del mundo lleguen al centro del mundo, porque esta es la necesidad del momento. No podemos permanecer invisibles por mucho tiempo en un momento en que la Tierra y la humanidad entera están en peligro. El mundo adivasi o tribal y su filosofía de vida solo tienen opciones para sobrevivir, y su voz debe ser escuchada.
JS: Me comentaste que vienes a Brasil para participar en un programa feminista organizado por el Fondo de Acción Urgente para América Latina y el Caribe. ¿Podrías contarme un poco más sobre esto? ¿Qué papel ves para las mujeres en las actividades poéticas y políticas en las que participas?
JA: Este año vengo a Brasil para participar en el programa Crisis y Cuidado organizado por el Fondo de Acción Urgente para América Latina. Mujeres artistas, sanadoras y activistas de todo el mundo participarán en él. El mundo de los hombres ha llevado la Tierra al borde de la destrucción total. En la gran tragedia que los capitalistas, las grandes tecnológicas y los gobiernos, en conjunto, están provocando o están a punto de provocar en el mundo; las comunidades marginadas, el mundo indígena, las mujeres y los niños son los primeros afectados. La Tierra no puede encontrar alivio alguno siguiendo el camino que ellos han creado.
4. ¡Oh, ciudad!
Huyendo y dejando atrás sus casas,
los manojos de la paja, el barro y las baldosas de los techos
preguntan a menudo:
«¡Oh, ciudad!
¿Te han arruinado alguna vez en nombre
de algún tipo de progreso?».
6. El lenguaje del hombre
Sentado en la cima de la colina solamente
miro
cómo la rama del árbol
deja ir lentamente
las hojas de su seno.
Como si una madre intentara dejara de dar el pecho
a un hijo que crece.
De los miles de hojas volando, una hoja
de repente se queda a mi lado,
como si quisiera conversar conmigo.
Las cosas de dos mundos…
Entonces mi alma silenciosa
empieza a escuchar lo que dice
y así el silencio mira
como se hablan dos almas
de dos mundos…
Cosas que no se pueden apuntar
en ningún documento.
Y los que están ocupados en llenar documentos
con la muchedumbre de las palabras
no entienden sus palabras hasta hoy,
por qué no comprende el hombre
el lenguaje del mismo hombre…
19. La existencia del Río
Ese río Pusaro que borbotea
la cuna en la cual
alguna vez jugué,
ahora parece como si
la diabla sedosa de la población en auge
haya absorbido todo el agua
por su lengua fluctuante.
Como si el brillante sari de arena
cubriendo su cuerpo,
extendido hasta muy lejos
haya sido lentamente
sacado de su cuerpo
sin vergüenza cualquiera.
Los atracadores no están contentos todavía,
aran sus palas todos los días
en su pecho, sin piedad
para rasgar de su cuerpo
pedazos de barro, carnosos y rojizos.
Después de esta crueldad
han puesto sobre su cuerpo seco y hueco
algún trapo en la forma de un puente
que se ríe de su atracada existencia
todos los días y todas las noches.