Un recital poético en Cartagena

mayo 27, 2025
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Los poetas Florencia Smiths, Elvira Hernández, Jean Jacques Pierre-Paul y Roberto Bescós, protagonizaron una lectura y conversación en Patio Ferreiro, espacio cultural del litoral central. La Raza Cómica participó de esta actividad y te trae algunos poemas. Un pedacito del sábado 29 de marzo pasado. 

Las fotos de este momento son de Felipe Chaparro.

PUEDES OIR ESTE RECITAL POÉTICO COMPLETO, EN LA SEÑAL DE RADIO LAFKENCHE, ACÁ.

Florencia Smiths

Madre, deja ya de restregar esa ropa en la artesa

las palomas bailan en charcos de barro picoteando

una miga de pan como si fuera un corazón

cuánto de rápido late tu corazón cuando bailas al lado de la

artesa sin moverte un centímetro del suelo

recordando que al papi lo seleccionaron para vacacionar

en el balneario de Las Rocas, apenas llegaron los papeles

nos sentamos a la mesa todos juntos

ese día compraste pasteles para celebrar nuestra primera

salida de la población, las primeras vacaciones en familia

tus manos partidas y pequeñas dispusieron del mantel como

si se tratara de la orilla de un poema arrugado

nos serviste el té, ofreciste el pan como un reparto

sagrado en el plato y entonces mi papi leyó la carta

lo habían seleccionado en la fábrica por destacarse

en la batalla de la producción

todos juntos nos fuimos en las micros rumbo

a San Antonio, lo recuerdo madre como si fuera hoy

nos dijeron que podríamos bañarnos en el mar pero

también podríamos jugar a orillas del río

madre por qué donde vivimos no se dice río sino

acequia, lo que yo veo es agua turbia que inunda cada cierto

tiempo nuestras casas, lo que yo recuerdo madre es

el futuro aluvión de 1982

allá donde abundan las aves migratorias dicen que hay

un puente al lado de otro, pero uno subsiste

cortado por el recuerdo de otras personas

habitando las faldas de un cerro, la punta de un río

y un mar imponente y furioso como el corazón de un pueblo

pero hijo, las ciudades no tienen músculos tienen mapas

algunos permanecen completos y tersos como la planta del pie

de tu hermano chico y otros agrietados, destruidos como pruebas

de la felicidad de una memoria fantasma

enjambres de sismos que abren la boca de las esquinas

y engullen tristes casas o marejadas de aguas profundas que

con ayuda del viento se elevan y propagan

sí madre, recuerdo las grietas en el territorio del poema

tenías razón cuando dijiste que venía la limpieza política

algo así me imaginé cuando dispuse mis pies en la arena negra

y el mar con su espuma retiró de mi carne la costra

estábamos jugando a la pelota con el instructor y los chiquillos

nos hubiera gustado que los perros también vinieran a

ladrarle a las olas, que también hubiesen tenido vacaciones

al lado del mar como los ricos

no crucen el río en el futuro escuchamos decir a los árboles

no abran túneles en la tierra -con sus manos abiertas de niños-

nos dijeron los arbustos y el follaje

no corran entre la fisura de la hoja en el poema

no crucen desde la villa a la colonia de materiales

no dejen que ese corazón miga de pan se desgrane y endurezca

sin embargo, digan a sus compañeros y primos y hermanos que

muchos vinieron y pocos regresaron, entonces llegamos

padre llegamos madre llegamos hermanos salimos

corriendo desde la bajada de la micro a desentrañar

el brillo plateado de este lado de la costa

vimos flamear una bandera que parecía ser la nuestra

incluso creo que nos invitaron a cantar el himno nacional

llegando al balneario, dulce patria de amarga sed 

¿en qué momento se abre el poema para que aparezca

como en un juego de reflejos la contracara de la infancia

el pesado revés del cuerpo social en disputa?

entonces, madre, nos llevaron a jugar a la arena mientras tú

con mi papi salían a caminar por los alrededores, no vayan

nos dijeron no naden mar adentro hasta alejarse de las cabañas

no escuchen el sonido futuro de esas hélices batiendo

de esas sogas cortándose no miren cuando caigan desde

arriba los bultos y no importa si es de noche, no hay manera

de no oír, en tanto hacemos una ronda en la playa, corremos

bailamos improvisamos cantos y movimientos discordantes

más de alguno se pierde entre la euforia y el mareo que

provocan las aguas del Pacífico gritando su nombre

no tengas miedo hijo, en este predio siempre te vamos a encontrar

pero cuéntame, madre, hasta dónde llegaron caminando

por cuál de ambos puentes ingresaron a los callejones del poema

o quizás llegaron al bosque que van a hacer desaparecer

como a todo vestigio como a toda reliquia

dime si la calle sigue su curso o como dijo el viento del sudoeste

a esa vena la van a cortar, ese flujo coagulará

avanzamos hasta la antigua hostería de Tejas verdes,

por la calle Arrayán, entramos al sitio y observamos una piscina

una iglesia un casino luego la inversión del río en el cielo

el mar en el cerro, el puerto creciendo como otra ciudad allá adentro

entonces recuerdo mi sueño madre ¿por qué se visualizan

uniformes en esta orilla? ¿de quién es el descanso después

de todo, de los trabajadores o de los oficiales?

en mi sueño aparecen niños de otras playas otras riberas

muchos cantan y aprenden a tocar la guitarra, otros

escuchan la voz clara de un trovador elevándose hasta

la cordillera de la costa, viajando a través de siglos

acá no hay palomas picoteando restos de comida, hay

gaviotas, zarapitos, pilpilenes, huairavos y garzas

acá tú no cocinas, no lavas, no planchas madre, solo te

dedicas a observar el estuario de la vida y de la muerte

sosteniendo la mano de quien construye contigo y en colectivo

el sueño de tantos, la posibilidad de muchos, tu compañero

así es hijo, tendrás que levantarte por nosotros, salir a buscarnos

más allá de las sombras, más allá de las estrategias, más allá de la economía

tendrás que pronunciar nuestros nombres hasta hacer estallar

los fonemas y la voz, no sabemos cuántas veces nos trasladaron

si desde el regimiento a las cabañas o desde las cabañas al sitio

aledaño al puente, hay quienes hablan de técnicas históricas

dicen que son heredadas de grandes potencias, tu padre escuchó

en un interrogatorio tu nombre, y recordó el sol en tu cara

la luna en tus manos batiéndose, sigue soñando hijo despierto

pasarán años sucederán desbordes el mar parecerá salirse

pero habla hijo escribe registra designa la falta, ahora habitaremos

la ausencia, encarnaremos la desaparición, pero vuelve hijo

vuelve al sitio donde constatamos lo brillante del amor y lo denso

la alegría de la construcción de un sueño

el territorio hablará, los hechos insistirán en la tierra como

la yerba en el puente como el latido en el cuerpo 

En: En torno a lo innombrable. Poesía, deriva y memoria.

Libros del Pez espiral, 2023.

Ya no sé cómo contar ni con qué idioma me digo partir

no tengo lengua que ya toda está atrofiada no tengo voz

he quedado muda de la lengua que tenía para ti

he resistido a la vergüenza de haber perdido mi manera de decir

la manera que tenía para abrir la boca y proferir

pero aún así no digo, ya no soy yo la que digo no es

mi lengua que ya no la tengo que ya es un trapo receloso

que me espanta y envenena y aunque soy la única triste

encubridora de mi pérdida realizo todos los días mi simulación

pero de mi lengua ya no me sano, tampoco de mi riesgo

incluso de mis palabras, de esta lengua anquilosada que

refulge cuando acontece no me lamento

aún así persiste el pacto, yo no hablo y tú no pides

tampoco me entrometo en ese espacio sin paredes

apenas insisto en comunicarme y tus puños se mueven

y tus puños se abren y tus puños despotrican y cuando

tus puños se cierran consienten dirigirse nada más que a mi boca

que como flagelo se bifurca

mi boca partida ajada emancipada mi boca que no se acaba

de ti porque se abre a la medida de tu falta, la que se acomoda el rezo

en la profanación de su propia tumba, la que no tiene condición

para mantenerse cerrada porque es una boca mendiga

que sulfura y hace estragos a tu lengua y no conoce decir acabarse

mi boca un manojo una cadena un fango

una red cortada sin pulso que se dispersa y envenena el agua

desafinada esta boca torcida simula sostener la balada del aislamiento

por eso permanece inmóvil ante la mano incisión inexperta

porque cualquier filo la desdibujaría en necio corte

y mi boca que es sumisa quiere un final confuso quiere

las contorsiones que la muerte le tiene para que recoja

De: La velocidad de la caída.

Inubicalistas, 2014.

Versión final inédita, 2023. 

Elvira Hernández

La tierra no

La tierra no se tragaría a Julia Chuñil

La tierra no le apartaría sus animales

La tierra no taparía sus signos

La tierra no echaría tierra sobre tierra

La tierra no aserrucharía el am con un hacha

La tierra no la tiraría a partir

La tierra no 

***

Jean Jacques Pierre Paul

Dedicado al desconocido que silba en mi poema,

a Elvira Hernández y Mirka Arriagada 

a Chile y su corazón que abriga al forastero 

Quiero bailar este tango con usted, señora 

el mundo está lleno de falsos paraísos 

donde amar no significa nada 

la vida está saturada de combates inútiles

por favor no pregunte mi religión, mi nombre, mi edad 

¿qué importa que yo sea árabe, judío o caribeño? 

¿o cuántos desiertos he cruzado para llegar hasta aquí?

el mismo destino nos hace caminar 

el mismo vacío nos hace bailar, señora

*

Vista de lejos toda isla es un pájaro

Mi isla es un pájaro que picotea el horizonte 

Mi país es algo que muere todos los días

Pero mi isla es eterna 

Todavía no entiendo cómo llegué 

A incrustarme en mi propio infinito 

Hay tantos ríos que pasan debajo de mi vida 

Que mi corazón imita la forma del agua 

Yo antes de ser una isla fui el hombre más triste del universo 

El verbo que tirita en mí ha recorrido la voz del precipicio 

El nuevo poema habita aguas circulares 

Divina mía 

Loca mía 

Mi tormenta perfecta 

Si no te amo mi cuerpo lo hará 

Si no lo hace mi cuerpo

Lo hará la vida que nunca tuve 

El mar está afuera esperándonos 

Alumbramiento interno 

Rueda una rosa en mi interior hasta ser intocable 

Colecciono ríos desnudos y amo la velocidad de la vida 

Isleñismo es también el arte de encontrarnos 

En todas partes sin dejar de ser nosotros 

Que no te asusten las utopías 

Una isla es algo que te lleva a todas partes si tu corazón lo permite

Hay una parte de mi vida que llora de vez en cuando 

Muero cada vez menos

Hablo cada vez menos 

Bailo cada vez más 

Amo cada vez más  

Intoxicada de soledad una isla puede ser una bestia temible

Toda isla innombrable es un refugio 

Toda isla es la esencia de algo 

El isleñismo es un esencialismo

Nadie se aburre de su propia esencia 

Lo que somos realmente siempre nos entretiene 

Un ser eterno no se aburre de su eternidad porque es su esencia 

Hay una cosa que aparta al ser humano de sí mismo y de los demás: 

Se llama ideología. 

Después del naufragio todos somos hermanos 

La fraternidad es básicamente estética 

Toda isla es una herida cósmica 

Una que se parece a su propia verdad 

Mi isla es un pájaro que picotea el horizonte 

Si no puedes amar una soledad encarnada 

No te acerques a mi isla

Si no puedes nacer un poco más cada día 

Si no puedes abrazar emocionado a tu propia sombra

Si no puedes reconocer la eterna flor de tu desierto

Si nunca has insultado a tu destino 

Si no puedes crecer junto con tu dolor 

Si nunca has sido herido por una verdad 

Si no has visto morir a personas que nunca existieron 

Si pasas tu tiempo contando los golpes de la vida 

Entonces no te acerques a mi isla

Si tu boca se llena de verbos intraducibles

Si lloras después de explorar el barro de tu vida

Entonces toca mi puerta

Detrás de ella un hombre sencillo te espera

Una isla que no ama a otra isla está condenada

Al más triste de los naufragios

Amada sea la isla que siempre tiene sed

No sé por qué escribí esto

La única distancia posible entre dos islas

Es decir tú y yo es una metáfora

No sé por qué escribí esto

Isla significa amor propio 

Corazón infinito 

El amor propio es lo único incorruptible

Un archipiélago es una realidad transformada

La única perfección alcanzable

Cada isla es un intento de existir

Un sueño plantado en la garganta del tiempo

Viaja de lo abstracto a lo concreto

De lo concreto a lo abstracto

Sin derrumbarse

Las islas del futuro aman sin saber por qué

Divina mía

Loca mía

Mi tormenta perfecta

No sé por qué dije esto

No sé

El mar está afuera esperándonos 

Del libro Islas del futuro

Ambos Editores

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