Un recital poético en Cartagena

Los poetas Florencia Smiths, Elvira Hernández, Jean Jacques Pierre-Paul y Roberto Bescós, protagonizaron una lectura y conversación en Patio Ferreiro, espacio cultural del litoral central. La Raza Cómica participó de esta actividad y te trae algunos poemas. Un pedacito del sábado 29 de marzo pasado.
Las fotos de este momento son de Felipe Chaparro.
PUEDES OIR ESTE RECITAL POÉTICO COMPLETO, EN LA SEÑAL DE RADIO LAFKENCHE, ACÁ.

Florencia Smiths
Madre, deja ya de restregar esa ropa en la artesa
las palomas bailan en charcos de barro picoteando
una miga de pan como si fuera un corazón
cuánto de rápido late tu corazón cuando bailas al lado de la
artesa sin moverte un centímetro del suelo
recordando que al papi lo seleccionaron para vacacionar
en el balneario de Las Rocas, apenas llegaron los papeles
nos sentamos a la mesa todos juntos
ese día compraste pasteles para celebrar nuestra primera
salida de la población, las primeras vacaciones en familia
tus manos partidas y pequeñas dispusieron del mantel como
si se tratara de la orilla de un poema arrugado
nos serviste el té, ofreciste el pan como un reparto
sagrado en el plato y entonces mi papi leyó la carta
lo habían seleccionado en la fábrica por destacarse
en la batalla de la producción
todos juntos nos fuimos en las micros rumbo
a San Antonio, lo recuerdo madre como si fuera hoy
nos dijeron que podríamos bañarnos en el mar pero
también podríamos jugar a orillas del río
madre por qué donde vivimos no se dice río sino
acequia, lo que yo veo es agua turbia que inunda cada cierto
tiempo nuestras casas, lo que yo recuerdo madre es
el futuro aluvión de 1982
allá donde abundan las aves migratorias dicen que hay
un puente al lado de otro, pero uno subsiste
cortado por el recuerdo de otras personas
habitando las faldas de un cerro, la punta de un río
y un mar imponente y furioso como el corazón de un pueblo
pero hijo, las ciudades no tienen músculos tienen mapas
algunos permanecen completos y tersos como la planta del pie
de tu hermano chico y otros agrietados, destruidos como pruebas
de la felicidad de una memoria fantasma
enjambres de sismos que abren la boca de las esquinas
y engullen tristes casas o marejadas de aguas profundas que
con ayuda del viento se elevan y propagan
sí madre, recuerdo las grietas en el territorio del poema
tenías razón cuando dijiste que venía la limpieza política
algo así me imaginé cuando dispuse mis pies en la arena negra
y el mar con su espuma retiró de mi carne la costra
estábamos jugando a la pelota con el instructor y los chiquillos
nos hubiera gustado que los perros también vinieran a
ladrarle a las olas, que también hubiesen tenido vacaciones
al lado del mar como los ricos
no crucen el río en el futuro escuchamos decir a los árboles
no abran túneles en la tierra -con sus manos abiertas de niños-
nos dijeron los arbustos y el follaje
no corran entre la fisura de la hoja en el poema
no crucen desde la villa a la colonia de materiales
no dejen que ese corazón miga de pan se desgrane y endurezca
sin embargo, digan a sus compañeros y primos y hermanos que
muchos vinieron y pocos regresaron, entonces llegamos
padre llegamos madre llegamos hermanos salimos
corriendo desde la bajada de la micro a desentrañar
el brillo plateado de este lado de la costa
vimos flamear una bandera que parecía ser la nuestra
incluso creo que nos invitaron a cantar el himno nacional
llegando al balneario, dulce patria de amarga sed
¿en qué momento se abre el poema para que aparezca
como en un juego de reflejos la contracara de la infancia
el pesado revés del cuerpo social en disputa?
entonces, madre, nos llevaron a jugar a la arena mientras tú
con mi papi salían a caminar por los alrededores, no vayan
nos dijeron no naden mar adentro hasta alejarse de las cabañas
no escuchen el sonido futuro de esas hélices batiendo
de esas sogas cortándose no miren cuando caigan desde
arriba los bultos y no importa si es de noche, no hay manera
de no oír, en tanto hacemos una ronda en la playa, corremos
bailamos improvisamos cantos y movimientos discordantes
más de alguno se pierde entre la euforia y el mareo que
provocan las aguas del Pacífico gritando su nombre
no tengas miedo hijo, en este predio siempre te vamos a encontrar
pero cuéntame, madre, hasta dónde llegaron caminando
por cuál de ambos puentes ingresaron a los callejones del poema
o quizás llegaron al bosque que van a hacer desaparecer
como a todo vestigio como a toda reliquia
dime si la calle sigue su curso o como dijo el viento del sudoeste
a esa vena la van a cortar, ese flujo coagulará
avanzamos hasta la antigua hostería de Tejas verdes,
por la calle Arrayán, entramos al sitio y observamos una piscina
una iglesia un casino luego la inversión del río en el cielo
el mar en el cerro, el puerto creciendo como otra ciudad allá adentro
entonces recuerdo mi sueño madre ¿por qué se visualizan
uniformes en esta orilla? ¿de quién es el descanso después
de todo, de los trabajadores o de los oficiales?
en mi sueño aparecen niños de otras playas otras riberas
muchos cantan y aprenden a tocar la guitarra, otros
escuchan la voz clara de un trovador elevándose hasta
la cordillera de la costa, viajando a través de siglos
acá no hay palomas picoteando restos de comida, hay
gaviotas, zarapitos, pilpilenes, huairavos y garzas
acá tú no cocinas, no lavas, no planchas madre, solo te
dedicas a observar el estuario de la vida y de la muerte
sosteniendo la mano de quien construye contigo y en colectivo
el sueño de tantos, la posibilidad de muchos, tu compañero
así es hijo, tendrás que levantarte por nosotros, salir a buscarnos
más allá de las sombras, más allá de las estrategias, más allá de la economía
tendrás que pronunciar nuestros nombres hasta hacer estallar
los fonemas y la voz, no sabemos cuántas veces nos trasladaron
si desde el regimiento a las cabañas o desde las cabañas al sitio
aledaño al puente, hay quienes hablan de técnicas históricas
dicen que son heredadas de grandes potencias, tu padre escuchó
en un interrogatorio tu nombre, y recordó el sol en tu cara
la luna en tus manos batiéndose, sigue soñando hijo despierto
pasarán años sucederán desbordes el mar parecerá salirse
pero habla hijo escribe registra designa la falta, ahora habitaremos
la ausencia, encarnaremos la desaparición, pero vuelve hijo
vuelve al sitio donde constatamos lo brillante del amor y lo denso
la alegría de la construcción de un sueño
el territorio hablará, los hechos insistirán en la tierra como
la yerba en el puente como el latido en el cuerpo
En: En torno a lo innombrable. Poesía, deriva y memoria.
Libros del Pez espiral, 2023.
Ya no sé cómo contar ni con qué idioma me digo partir
no tengo lengua que ya toda está atrofiada no tengo voz
he quedado muda de la lengua que tenía para ti
he resistido a la vergüenza de haber perdido mi manera de decir
la manera que tenía para abrir la boca y proferir
pero aún así no digo, ya no soy yo la que digo no es
mi lengua que ya no la tengo que ya es un trapo receloso
que me espanta y envenena y aunque soy la única triste
encubridora de mi pérdida realizo todos los días mi simulación
pero de mi lengua ya no me sano, tampoco de mi riesgo
incluso de mis palabras, de esta lengua anquilosada que
refulge cuando acontece no me lamento
aún así persiste el pacto, yo no hablo y tú no pides
tampoco me entrometo en ese espacio sin paredes
apenas insisto en comunicarme y tus puños se mueven
y tus puños se abren y tus puños despotrican y cuando
tus puños se cierran consienten dirigirse nada más que a mi boca
que como flagelo se bifurca
mi boca partida ajada emancipada mi boca que no se acaba
de ti porque se abre a la medida de tu falta, la que se acomoda el rezo
en la profanación de su propia tumba, la que no tiene condición
para mantenerse cerrada porque es una boca mendiga
que sulfura y hace estragos a tu lengua y no conoce decir acabarse
mi boca un manojo una cadena un fango
una red cortada sin pulso que se dispersa y envenena el agua
desafinada esta boca torcida simula sostener la balada del aislamiento
por eso permanece inmóvil ante la mano incisión inexperta
porque cualquier filo la desdibujaría en necio corte
y mi boca que es sumisa quiere un final confuso quiere
las contorsiones que la muerte le tiene para que recoja
De: La velocidad de la caída.
Inubicalistas, 2014.
Versión final inédita, 2023.

Elvira Hernández
La tierra no
La tierra no se tragaría a Julia Chuñil
La tierra no le apartaría sus animales
La tierra no taparía sus signos
La tierra no echaría tierra sobre tierra
La tierra no aserrucharía el am con un hacha
La tierra no la tiraría a partir
La tierra no

***
Jean Jacques Pierre Paul
Dedicado al desconocido que silba en mi poema,
a Elvira Hernández y Mirka Arriagada
a Chile y su corazón que abriga al forastero
Quiero bailar este tango con usted, señora
el mundo está lleno de falsos paraísos
donde amar no significa nada
la vida está saturada de combates inútiles
por favor no pregunte mi religión, mi nombre, mi edad
¿qué importa que yo sea árabe, judío o caribeño?
¿o cuántos desiertos he cruzado para llegar hasta aquí?
el mismo destino nos hace caminar
el mismo vacío nos hace bailar, señora
*
Vista de lejos toda isla es un pájaro
Mi isla es un pájaro que picotea el horizonte
Mi país es algo que muere todos los días
Pero mi isla es eterna
Todavía no entiendo cómo llegué
A incrustarme en mi propio infinito
Hay tantos ríos que pasan debajo de mi vida
Que mi corazón imita la forma del agua
Yo antes de ser una isla fui el hombre más triste del universo
El verbo que tirita en mí ha recorrido la voz del precipicio
El nuevo poema habita aguas circulares
Divina mía
Loca mía
Mi tormenta perfecta
Si no te amo mi cuerpo lo hará
Si no lo hace mi cuerpo
Lo hará la vida que nunca tuve
El mar está afuera esperándonos
Alumbramiento interno
Rueda una rosa en mi interior hasta ser intocable
Colecciono ríos desnudos y amo la velocidad de la vida
Isleñismo es también el arte de encontrarnos
En todas partes sin dejar de ser nosotros
Que no te asusten las utopías
Una isla es algo que te lleva a todas partes si tu corazón lo permite
Hay una parte de mi vida que llora de vez en cuando
Muero cada vez menos
Hablo cada vez menos
Bailo cada vez más
Amo cada vez más
Intoxicada de soledad una isla puede ser una bestia temible
Toda isla innombrable es un refugio
Toda isla es la esencia de algo
El isleñismo es un esencialismo
Nadie se aburre de su propia esencia
Lo que somos realmente siempre nos entretiene
Un ser eterno no se aburre de su eternidad porque es su esencia
Hay una cosa que aparta al ser humano de sí mismo y de los demás:
Se llama ideología.
Después del naufragio todos somos hermanos
La fraternidad es básicamente estética
Toda isla es una herida cósmica
Una que se parece a su propia verdad
Mi isla es un pájaro que picotea el horizonte
Si no puedes amar una soledad encarnada
No te acerques a mi isla
Si no puedes nacer un poco más cada día
Si no puedes abrazar emocionado a tu propia sombra
Si no puedes reconocer la eterna flor de tu desierto
Si nunca has insultado a tu destino
Si no puedes crecer junto con tu dolor
Si nunca has sido herido por una verdad
Si no has visto morir a personas que nunca existieron
Si pasas tu tiempo contando los golpes de la vida
Entonces no te acerques a mi isla
Si tu boca se llena de verbos intraducibles
Si lloras después de explorar el barro de tu vida
Entonces toca mi puerta
Detrás de ella un hombre sencillo te espera
Una isla que no ama a otra isla está condenada
Al más triste de los naufragios
Amada sea la isla que siempre tiene sed
No sé por qué escribí esto
La única distancia posible entre dos islas
Es decir tú y yo es una metáfora
No sé por qué escribí esto
Isla significa amor propio
Corazón infinito
El amor propio es lo único incorruptible
Un archipiélago es una realidad transformada
La única perfección alcanzable
Cada isla es un intento de existir
Un sueño plantado en la garganta del tiempo
Viaja de lo abstracto a lo concreto
De lo concreto a lo abstracto
Sin derrumbarse
Las islas del futuro aman sin saber por qué
Divina mía
Loca mía
Mi tormenta perfecta
No sé por qué dije esto
No sé
El mar está afuera esperándonos
Del libro Islas del futuro
Ambos Editores
